LA FAMILIA FRAILE, o la Crianza del Toro Bravo.-
De izquierda a derecha: José Juan, José Enrique, Carolina, Don Lorenzo, Óscar Castellanos, Nicolás y Juan Luis.
(fotografía rafael villar)
Interesante tarde la vivida el pasado 13 de marzo en los salones del hotel María Cristina de Toledo, en la conferencia-coloquio que cerraba el ciclo de la XXV Semana Cultural de la peña El Trapío.
En la mesa de presentación toda una estirpe ganadera, la familia Fraile, que agrupa entre sus ganaderías los hierros de “Juan Luis Fraile”, “El Puerto de San Lorenzo”, “Valdefresno”, “El Pilar”, “María Cascón”, “La Ventana del Puerto”, “Fraile Mazas” y “Moisés Fraile”, casi nada…
Bajo la “presidencia” del periodista taurino Óscar Castellanos, se desarrolló la “corrida monstruo”, con seis espadas de postín. Abre el cartel D. Lorenzo Fraile, el patriarca de la familia, acompañado por su hijo José Juan y sus sobrinos Nicolás y José Enrique (hijos de D. Nicolás Fraile) y Carolina y Juan Luis (hijos de D Juan Luis Fraile), excusó su asistencia D. Moisés Fraile, el pequeño de los cuatro hermanos y titular de los hierros de “El Pilar” y “Moisés Fraile”.
Abre el paseíllo Óscar Castellanos comentando que “hablar de los Fraile, es hablar del estandarte del mundo taurino charro”, para pasar a recordar a D. Nicolás Fraile, fallecido el año pasado, al que se rinde tributo con un gran aplauso de los presentes.
Los Fraile llevan toda una vida criando toros del encaste Lisardo/Atanasio, excepto el hierro de “Juan Luis Fraile”, que es de encaste Santa Coloma (Graciliano) y el de “El Pilar”, de procedencia Aldeanueva.
“Fue mi abuelo el que empezó con un hierro de 2ª”, comenta D. Lorenzo, “a partir de 1956 compraría El Puerto de San Lorenzo”; “en el año 81 entramos por sustitución en Madrid, lidiando cuatro toros de El Puerto”; “en el 83, Julio Robles le cortó las dos orejas al toro Cigarro y, a partir de ahí, comenzamos a lidiar asiduamente en Madrid”.
En el año 86 se separan los hermanos y cada ganadero comienza a labrar individualmente su futuro, aunque D. Lorenzo aclara que “siempre he estado junto con mis sobrinos, conozco perfectamente los encastes de todos”.
Hablando de encastes José Enrique aclara que “Valdefresno mantiene las características del hierro de El Puerto” y Nicolás apostilla que “debemos mantener la línea”.
Carolina, “adquirimos lo de Gracialiano en el año 73, debutando en el 87, en agosto en Bilbao, donde Manolo Chopera apostó por el hierro”.
Juan Luis, “lo de María Cascón, con vacas de El Puerto, es muy característico, con comportamiento muy parecido al resto”; “desde el 2000 solo tenemos 50-60 vacas”.
José Juan, refiriéndose al ganado de El Puerto de San Lorenzo explica que “es un toro que va a más durante la lidia, con tranco y un son especial. Toro bravo, entregado, que genera espectáculo, que divierte y emociona”.
A continuación la faena pasa a desarrollarse en el campo, coincidiendo todos ellos en que es un toro de fácil manejo, siempre que se hagan bien las cosas. Ellos se encuentran a gusto en el campo, pues según José Enrique, “somos ganaderos por que nos lo han inculcado nuestros padres y vivimos por y para el toro”. Aquí la más expresiva es Carolina, “me encuentro cómoda en el campo, pero lidiar es otra cosa, es una gran responsabilidad, se pasan muchos nervios, me gustaría estar dentro de ellos para que embistieran como yo quisiera”.
En este punto Óscar Castellanos cambia el tercio y pregunta sobre la situación que actualmente vive el ganado bravo en España:
José Enrique, “el sistema es un círculo cerrado, aunque la afición pide variedad. No se puede culpar solo a las figuras, del toro que ahora sale a las plazas, por que el sello de torista no gusta al sistema”; “un buen empresario debe poner de acuerdo al toro y al torero”.
D. Lorenzo, “hasta hace poco lidiaban todas las ganaderías, ahora los toreros tienen más fuerza y torean lo que ellos quieren”.
Nicolás, “la explotación de bravo está totalmente desequilibrada, con cinco ganaderías se abastecen las grandes ferias. Es un espectáculo diverso, con muchos matices y se está anulando”; “es una pena, pero los ganaderos nunca nos hemos reunido”; “el empresario se aprovecha de esa desunión”; “aunque los intereses son los mismos para todos, pero no ha habido posibilidad de unión del sector, sobre todo por miedo al empresario”; “solo puedes defenderte a ti mismo, uno a uno en su casa, defendiendo tu honor, tu honra, pero el empresario llamará a otra puerta y le atenderán”.
Carolina, “con la Mesa del Toro y con la Unión de Criadores de Toros de Lidia no se ha conseguido absolutamente nada”; “la administración nos hace la vida imposible, cuando es un encaste único y exclusivo, siendo prácticamente patrimonio de la humanidad”; “falta respaldo a todos los niveles”.
Saca el pañuelo de nuevo el periodista-presidente y entramos en el tercio de los toros importantes para las ganaderías:
D. Lorenzo, “el toro Cigarro, toreado por Julio Robles, de ahí salimos lanzados, luego ha habido gran cantidad de toros importantes”.
Nicolás, recuerda especialmente tres toros indultados en plazas importantes, “Cara Alegre en Béziers, toreado por Iván García; Pitito en Palencia por Miguel Ángel Perera y Rayito en Barcelona por Miguel Tendero, son momentos de mucha emoción”.
Carolina, “el año 99 fue muy especial, coincidiendo con el fallecimiento de mi padre, salieron toros excepcionales, el nº 54 Pensante de María Cascón toreado por Aníbal Ruiz, o el premio en Bilbao a la mejor corrida de la feria”.
José Enrique, transmitiendo emoción elogia “al semental que me ha dado más satisfacción, el nº 33 Cigarrero, tuvo casi 500 hijos y algunos indultados”.
Juan Luis, recuerda especialmente a un toro en Bilbao toreado bajo un diluvio, luego vuelve a disertar sobre un tema ya comentado por él al principio, la suerte de varas, porque “hay muchos picadores buenos, pero los toreros no lucen al toro en el caballo, exceptuando a Javier Castaño y antes a Esplá, un buen lidiador para nuestro encaste”.
Poco a poco, entre unos y otros, van poniendo al toro en suerte para entrar a matar, desgranando distintos comentarios en relación a la temporada que ahora comienza, encarándola todos con ilusión y optimismo, dedicando los pases finales a José Tomás y su relación con los toros del encaste Lisardo/Atanasio.
Don Lorenzo coge la espada y con un certero estoconazo da matarile a la corrida monstruo: “harían falta diez José Tomás y que no se hablaran entre ellos, eso animaría la Fiesta” (gran ovación del respetable, dos orejas y vuelta al ruedo, saliendo los ganaderos por la puerta grande del hotel María Cristina).
Fdo. Rafael Villar Moyo
Marzo 2013
* Los comentarios de los ganaderos aparecen en el texto entrecomillados y en negrita.
Los ganaderos con el periodista taurino Óscar Castellanos (2º izda), el novillero toledado Álvaro Lorenzo (3º dcha), miembros de la peña El Trapío y el autor (1º izda), ante el homenaje que la exposición TauroInstantes le hizo al toro de lidia.
(fotografía Edu Blázquez)
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