2021 Arriazu

Sábado, 9 de octubre de 2021

Torres de la Alameda (Madrid)

Octavio Chacón - Pérez Mota - Imanol Sánchez

Ganadería de Arriazu

(Casta Navarra)

ARRIAZU: ¿El genio indómito del uro milenario o el toro ladrador... ?

Querido amigo, ¿has oído ladrar alguna vez a un toro?

Yo pensaba que el mugido del toro no incluía el ladrido, pero habrá que darle una vuelta a este asunto tras esta tarde en Torres de la Alameda.

Don Álvaro Domecq definió a la perfección las voces del toro en su libro «El Toro Bravo»: el pitido que avisa del peligro, el reburdeo estremecedor de la pelea y el berreo, ese que anuncia la cobardía o, para orgullo del ganadero, la casta onda... (1).

Pues sí, este toro de la fotografía, 5º de la tarde, luego devuelto, emitía un sonido gutural simple, como un ladrido, y movía la boca como los perros cuando ladran ¡guau!

Este 5º fue devuelto tras varias caídas, antes y durante la pelea con el caballo, yo le hubiera dejado hasta banderillas, para observar si su debilidad era consecuencia de estar recién desembarcado, (téngase en cuenta que los toros llegaron a la plaza a las 16 h., cuando la corrida comenzaba a las 17:30 h., ¿sorteo?...), o por el contrario se debía al hecho de estar lisiado en su naturaleza, cuestión bien fácil de ocurrir, más si tenemos en cuenta que los animales de Arriazu lidiados en el día de hoy, solo conocieron Ablitas (Navarra) en su nacimiento, pues se han criado desde becerritos en un cebadero de ganado en la provincia de Guadalajara, donde el ejercicio brilla por su ausencia, pues no hay espacio en la ganadería El Uno para esas simplezas de fortalecer a los animales (2).

Aunque pensándolo bien, si imaginamos a estos toros con fuerza y con sus defensas íntegras, pudiera justificar lo que en el cartel de la corrida se decía:

«6 terroríficos toros»

Solo uno de los toros lidiados justificó su origen en la indómita Casta Navarra; el 6º tenía genio, casta, poder y mala leche suficiente para poner en aprietos al torero que le tocó en suerte, (Imanol Sánchez, inconmensurable en su valor); el resto mansos, con problemas pero sin fuerzas, dejándose hacer en todos los tercios, excepto en el tercio de varas, dudando ante el caballo, por lo que había que echarles el jaco encima para poder picarlos.

La presentación de los toros ha dejado mucho que desear, sobre todo por el estado de sus defensas, realmente penoso. No recuerdo si en el 4º o en el 5º bis, un vecino del tendido se quejaba de que el toro no medía las distancias, a lo que, sin poder resistirme, contesté que ¡cómo iba a medir el animalito si le faltaban 10 cm de cuernos…!

La mayoría de los aficionados, algunos llegados desde bastante lejos, salieron algo cabreados y sobre todo decepcionados, tanto por el juego, como por la presentación, aunque la impresionante y valerosa actuación de un torerazo llamado IMANOL SÁNCHEZ, endulzó la tarde con emoción a raudales en la lidia y muerte del 6º.

Habrá que volver a ver a estos de Arriazu, desembarcados en la plaza como indica el reglamento (como mínimo veinticuatro horas antes del festejo) e íntegros en sus defensas, y seguro estoy que sacarán a relucir el genio indómito del uro milenario.