2015 Llanomojao

26 de diciembre de 2015

FIESTA TAURINA EN LLANOMOJAO

Alamillo (Ciudad Real, España)

Alamillo es un pequeño pueblo ubicado en los confines de la provincia de Ciudad Real, al suroeste de la misma, enclavado en la unión de tres valles de gran relevancia para la economía de la zona: al este el valle de Alcudia; al sur el valle de los Pedroches y al oeste el valle de la Serena.

Alamillo es principio, o final según se mire, del valle de Alcudia, valle ganadero por excelencia, donde la trashumancia ha sido durante cientos de años el sustento básico de sus habitantes. Pastores de la sierra de Cameros, entre Soria y La Rioja, han venido siendo los que aprovechaban los extraordinarios pastos invernales de este paraíso que se llama valle de Alcudia, dejando su impronta y su linaje en estas tierras.

El valle ha sido habitado desde la prehistoria, podemos imaginarnos suntuosas praderas bañadas por caudalosos ríos y abundante caza. También debió llamar la atención de nuestros ancestros la riqueza mineral, pues desde muy antiguo se tienen referencias sobre la explotación minera del valle, destacando la época romana, con una interesante ciudad que lleva excavándose años en la aldea de la Bienvenida, sobre la que las evidencias determinan que es la conocida Sisapo, desde donde se gestionaba la explotación minera de la plata y el minio para el imperio, tal como nos cuenta Plinio el Viejo, en su Historia Natural.

Desde mediados del siglo XIX y hasta los años sesenta del XX, la explotación minera de la galena argentífera, fue un importante bastión de generación de riqueza para un valle que, a día de hoy, mantiene un paisaje lleno de contrastes y una gran riqueza biológica y paisajística.

Según iba consumiendo kilómetros desde Almadén hasta Llanomojao, me iban asaltando recuerdos, sabía que me aproximaba a unos terrenos donde mi padre se había movido como pez en el agua, y donde a día de hoy, después de 26 años de su fallecimiento (DEP), sigue siendo querido y admirado, por lo que intuía que mi presencia entre esos viejos amigos, iba a generar recuerdos y conversaciones girando alrededor de él, y no me equivoqué, incluso alguno, con cariño, llegó a llamarme Lucilo, lo que me alagó sobremanera.

Lucilo no conoció a Curro, pero seguro estoy que Curro si ha tenido noticias de él en alguna de las muchas conversaciones que ha mantenido con su Mayoral, hablando de lo humano y lo divino, de lo divino y lo humano: dos almas gemelas en eterna conversación.

Intentaré dejarme de historias y centrarme en lo que allí me llevó, que no es otra cosa que la fiesta taurina que, cada último sábado del año, vienen celebrando el torero Félix Jesús Rodríguez y su peña taurina en la finca Llanomojao, un espléndido lugar pensado para vivir el toreo y vivir en torero, como hace y hará siempre Félix Jesús, uno de los grandes toreros de plata que ha dado nuestra querida España y que, por problemas de salud, tuvo que cortarse la coleta el mismo día que se vistió por primera vez de oro, en una tarde inolvidable, ya histórica, de un día de julio en la hexagonal de Almadén (véase la crónica fotográfica de aquella tarde en este enlace).

Pues bien, Félix y su peña llevan algo más de veinte temporadas celebrando el final del año reuniendo a sus amigos y capeando erales, para después disfrutar de vino y viandas hablando de toros.

En esta ocasión los encargados de la lidia fueron el propio Félix Jesús y los toreros Luis Miguel Vázquez y Sebastián Sánchez Mora, acompañados del novillero de la tierra Emilio Bresó, que actuaron ante dos erales de procedencia Núñez, dejando luego paso a los aficionados prácticos con una becerrita hermana de los anteriores que no se dejó dar un solo pase.

Tras la comida, bien sazonada de verónicas y naturales, tuve que abandonar la reunión que luego llegó a contar con la presencia del torero David Mora y finalizó con el nombramiento de un buen amigo como taurino del año: Joaquín Muñoz Calvo-Manzano, ¡enhorabuena Joaqui!

Un magnífico día rodeado de toros, toreros y taurinos, así da gusto finalizar el año.

Fdo. Rafael Villar Moyo

Enero de 2016

PD para los anti taurinos: en un momento dado me puse a analizar las caras del más de centenar de personas allí presentes y puedo asegurar que no observé la de ningún posible asesino, todo lo contrario, caras plácidas y relajadas sin atisbo de maldad, agresividad, perversidad, crueldad o depravación, gente llana y normal, nada de malvados masoquistas. Y qué decir de los toreros, ¡pero como se le puede llamar asesino en serie por ejemplo a Luis Miguel Vázquez, con la cara de buena persona que tiene!!!

PD para los políticos: mientras buscaba asesinos entre mis contertulios no entendía, ni entiendo, la desalmada y barriobajera manipulación política que sufre la tauromaquia desde la llegada al poder municipal de la casta liberticida, apoyada, poniéndose de perfil, por el resto de fuerzas políticas que se mueven según el sol que más calienta. Pues bien, viendo las personas que estaban por Llanomojao, llegué a la conclusión, por otra parte bien conocida por cualquier aficionado, que la tauromaquia, la FIESTA no pertenece a ningún partido político, había gentes de IU, PSOE, PP, y no se cuantas ideologías más, todos en armónica conversación:

¡Señores políticos la tauromaquia es de todos!

¡Dejen de tocar las narices y tengamos la FIESTA en paz!

PD: Obsérvese que no hablo de Fiesta Nacional, ya que la FIESTA es seguida por multitud de público y aficionados en más de medio mundo, en algunas zonas incluso creciendo en seriedad y respeto político y social, sin la necedad y sensiblería que últimamente existe "enestepaís" del buenismo, tan mojigato él para algunas cosas...