fotografía rafael villar
 Marco Antonio: Torero de Maravillas.-

Debo reconocer que no había sido consciente de la existencia de Marco Antonio, y eso que lo había visto varias decenas de veces, tanto en los carteles anunciadores del II Alfarero de Plata, como en el video institucional de promoción del certamen, por cierto muy bien realizado.

Fue el sábado 18 de julio, en el patio de cuadrillas de la plaza de toros de Villaseca de la Sagra, cuando me topé con su realidad. Ante su contemplación, vestido de corto, perfectamente peinado y con un capote en sus manos, lo paré a la entrada para hacerle unas fotografías, él, muy serio, se plantó ante mi cámara, sin quitar su vista de mi objetivo, ahí me ganó, transmitía una fuerte personalidad y me hizo trasladarme a mi infancia, recordando el estribillo de una canción que me cantaba mi padre, y que en alguna ocasión aún me cantan mis hermanos:

Rafael Manuel

Torero de maravillas

Con su capa…

Marco Antonio hizo el paseíllo con los novilleros finalistas del II Certamen Alfarero de Plata, con desparpajo, como si toda su vida hubiera estado paseándose por la arena de las plazas de esta nuestra piel de toro.

Al final, muerto el 6º, Marco Antonio entró en el ruedo por la pequeña puerta que da acceso a la enfermería de la plaza y, tras un solemne saludo al respetable con su sombrero cordobés, comenzó a hilar su faena soñada a un bravo toro imaginario.

Primero con el capote; verónicas, lopecinas, revoleras…; luego con la muleta y el imaginario toro pasa una y otra vez por ambas manos, naturales, derechazos…monta la espada, se perfila a lo Fandiño y entra a matar, la espada en todo lo alto y el toro rueda sin puntilla.

El torero da una vuelta al ruedo, recibiendo el aplauso del público que, con cara de felicidad, ha seguido en los tendidos sin abandonar la plaza, disfrutando del espectáculo de un portentoso niño que vive en torero.

Posteriormente he tenido el gusto de conocer personalmente a Marco Antonio, pues invité a sus padres a que nos acompañaran en una visita guiada que realizamos un grupo de amigos, a la exposición TAUROMAQUIA, que tengo ahora montada en el restaurante Villa Molero de Illescas, a la que desde estas páginas te invito a visitar querido lector.

Lo que me había transmitido vestido de corto y toreando de salón, se confirmó viéndole manejarse entre el grupo de mayores y posteriormente hablando con él.

A modo de entrevista le fui preguntando sobre juegos y aficiones, estando el toro siempre presente, desde muy pequeñito, tanto en el colegio, como en la piscina, como en casa con su hermano Pablo, el pequeño de la familia que además sigue los pasos taurinos de Marco Antonio. Siempre hay motivo y momento para hacer un encierro, un paseíllo liándose con toallas de la piscina o dar unos pases a ese toro imaginario que habita en su cabeza.

Marco Antonio, pese a ser un niño, no tiene más de siete años, manifiesta un fuerte carácter y una gran personalidad. Para muestra un botón, a la pregunta determinante “que quieres ser de mayor”, una contestación rápida y categórica “profesor de matemáticas”, ante lo que los allí presentes nos quedamos asombrados, pero la explicación del por qué anteponer la matemáticas al toreo nos llevó al paroxismo “primero quiero tener dinero y luego torear”.

Marco Antonio será lo que él quiera ser, el futuro es suyo, porque además tiene el cariño de sus padres, Lola y Raúl, que lo llevarán en volandas entre verónicas hasta que él tenga capacidad de decisión. Enhorabuena a esta pequeña familia pero grande en corazón y afición taurómaca.

Fdo: Rafael Manuel Villar Moyo
Julio de 2015

 

Marco Antonio

Torero de maravillas

Cogiéndo su capote con elegancia

Al paseíllo

Haciendo la cruz

Entre novilleros

Con decisión

Iniciando la faena a su toro imaginario

Por verónicas

Y con poderío

El toro repite

Y permite algún adorno

y una media de ensueño

Remate muy torero

Lopecinas

Y revoleras

De ejecución magistral

Que deja al toro parado

Y permite un desplante andando con el capote a una mano

El público disfrutando, solo hay que ver sus sonrisas

Brindis al respetable

Comienza la faena de muleta

Con derechazos cruzados

Y cambios de mano

Para seguir al natural

Preparando la suerte de matar

Se perfila a lo Fandiño

Para dejar una estocada certera

Y el toro rueda sin puntilla

Saludo de agradecimiento al público

Y vuelta al ruedo

Triunfante

 

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Autor: rafael villar moyo
rvmoyo@gmail.com